19/2/09

EL MUERTO DE DOÑA EDUARDA

Eduarda Sánchez tiene un muerto que golpea en su conciencia.
Esta mujer, hoy de 95 años, recuerda, cada vez que la visito, la historia de su muerto. Y siempre me cuenta lo mismo... Creo que debe ser porque yo suelo llevar nuestra conversación a cosas de su pasado sobre las que nadie le pregunta ya.
Sobre el muerto aquel me relata con lujo de detalles y completamente segura que así fue, que no tengo porqué dudar de ella: Explica que su difunto hermano José, no está muerto, sino que anda por allí. Y que noche a noche viene y le golpea puertas y ventanas...
-Yo tenía como diez años –cuenta- cuando mi hermano, que tenía un año menos, comenzó con fiebres y convulsiones. La encargada de cuidarlo era yo. Y lo cuidaba como podía, nuestros padres estaban todo el día en el campo. El pobre cada vez estaba peor hasta que una tarde dejó de moverse. El doctor, que no vino hasta la noche, lo revisó un poco y dijo que estaba muerto. Me sentí terriblemente mal, me desmayé. Me acostaron y cuando desperté era de madrugada. Mi hermano estaba en un cajón rodeado de velas y flores. Había mujeres que rezaban y lloraban a gritos. A mi me dolía la cabeza, era como si cien martillos golpearan en ella. Como al mediodía cerraron el cajón y lo cargaron en el carro. Ya en el cementerio y justo cuando bajaban el ataúd a la tumba, se multiplicaron los golpes en mi corazón, en mi cabeza, en todo mi cuerpo y... estoy segura, dentro del cajón también. Estuve a punto de desmayarme otra vez, o me desmayé, no lo sé. Solo sé que esos golpes me paralizaron. Todos rezaban y lloraban a los gritos, nadie oía nada. Luego taparon el pozo y yo me callé aquello para siempre.
Doña Eduarda Sánchez está segura que a su hermano lo sepultaron vivo.

LOS QMAT-MAQ

Borges afirma en la página 132 de su Libro de la Literatura Fantástica que Aristóteles logró formar animales del aire. Sin querer continuar esta hipótesis para no desdorar posibles tratados posteriores de estos dos autores, puedo probar que existen hoy en el mundo animales hechos de aire. Aseguro sí que estos y aquellos son de una misma especie, los creados por el filósofo son indudablemente repulsivos, y estos, si bien disimulan bastante, también lo son…
Alguna vez escuché de un narrador de la calle el relato de su encuentro con uno de estos seres, decía que uno de ellos había devorado su casa. Luego supe que el sentido literal de ese hecho era otro.
Estos animales son de forma, tal cual un ser humano es. Y se multiplican por repetición. El Qmat Maq nace copiándose de otros. Parece ser que mientras más poderoso se torna uno de ellos, más copias genera.
Se sabe que estos seres, a pesar de su forma humana, sólo se alimentan de papel, y ocasionalmente de algún metal. Llegaron a decir algunas personas que comen carne humana, pero no se pudo probar. El papel con que se hacen los billetes es su plato favorito.
Los Qmat Maq no tienen alma, por eso suele hallárselos en iglesias y templos buscando que el creador los reciba como sus hijos.
En líneas generales son de mala entraña, pero a ellos se debe, en gran parte, el “progreso” de la humanidad. Nadie va a negar que cada uno generalmente supera al ser en que se vio reflejado.
Estos entes, tan poco fantásticos, hechos de aire y con características de hombres de hoy, nos arrastran en su vertiginosa maraña uniforme.

Tal vez usted no los pueda identificar. Tal vez usted es uno de ellos.