18/6/10

Contra la pared

las manos están cansadas... demasiado.
darle duro a la vida para que deje caer un pequeño bocado, cansa.

tal vez a nadie le importe,
están llenos estos caminos de gente con manos cansadas.

y para peor no hay descanso a la vista,
falta rato según parece.

solo queda entonces seguir dale que dale,
tum, tum, tum, sin parar,
hasta mandar abajo la pared
o llegar al mar.

apenas hay unos pocos tragos frescos para aliviar,
y una sombras ralas al pasar.