28/2/09

TE CONOZCO



Puedo adivinar lo que estás pensando,


No es tan difícil, sos... tan evidente,

y previsible.

Consigo saber, con casi nada de esfuerzo,

antes que digas algo, lo que, en realidad,

querés decir.


Sé cuando me vas a pedir

que mejor... me apure más.

O que por más que me enoje

eso te gusta y no vas a cambiar.


No es tan difícil saber qué vas a decir,

algo te conozco.

Se lee en tus ojos que poco aprobás si escucho

a Amaia Montero...


o me detengo a leer a Brecht.

Se ensombrece tu brillo cuando hablo de Engels,

o de Wiltman.

Entiendo por tus gestos que no te gustan


mis ruidosos estornudos....

o como saludo a la vecina.


Sé por tus suspiros cuando querés sentarte,

quedarte, ponerte de costado, o marcharte.

Sé que no te gusta exponerte.

Te conozco algo.

Sé que te va a gustar leer esto.

26/2/09

EN LAS NUBES

Debo estar emparentado con los Zapotecas,

aquellos del istmo de Tehuantepec,

ya que éstos aseguran descender de las nubes,

y yo vivo ahí, en las nubes.

Y a veces desciendo para buscar los versos

que a muchos poetas terrícolas se les pierden.

O bajo a devolverle las ínfulas a alguno,

sabiendo que no tardarán en subir otra vez.

O caigo a ver como sigue tráfico en la 9 de julio,

y el contrabando de baratijas y baratijones

en las oficinas a cielo abierto de las jefaturas.

O me dejo caer abruptamente sin mucha más razón

que la de tratar de adivinar como hubiese sido...

si hubiese triunfado el ateísmo.

Desde mi lugar puedo ver sin esfuerzo

como sube el precio de los diputados y senadores.

Y puedo ver como nos sobrevuela constantemente

un águila asesina que viene de arriba.

Desde mis nubes puedo ver al sonriente de turno

tratando de convencer al mayor

que lo deje gerenciar unos momentos más.

Veo también como algunos tratan, a los hondazos,

de bajar algunos panes para el día.

Y veo como se van despoblando

cada vez más las nubes,

de Zapotecas... y de gente como yo.

25/2/09

Razón y Consecuencia

Estoy castigado

y no puedo hacer

más de lo que hago.

Vivo mal por eso.

Es que si hago poco,

la paga es poca,

como debe ser.

Lo peor es que no sé porqué

estoy castigado,

por trotskista será,


o por pobre...

("pobre" dije, no "triste y pobre", ¿eh?)

Tal vez esté sancionado

por no haber estudiado álgebra,

ni a Harrison,

o por no haber leído

a Kafka,

ni a Juan Agulla,

Mac Dermontt

o a Isidoro Ruiz.

El castigo incluye arrastrar cadenas

y vivir poco menos que recluido.

Encierra trabajar por dos pesos,

soportar a mediocres

que te ordenan cosas.

...Ciñe a escribir una mala literatura

y a publicar... esta pobre poética.

22/2/09

DOMINGO

DOMINGO
escrito hace algunos años en Sgo de Chile

¿ Notarán que ando de tristezas?... ya pasará...

Domingos extranjeros
y algo de nostalgias.
De cortas mañanas,
de mates y charlas.
De visitas postergadas.
De acomodar el patio
y los cuadernos.
Domingos tan silenciosos
que hasta los gorriones se van.
Día de dormir
y morir un poco.
Y de consentimientos
por la tarde.
Y de ver como le fue a Boca.
Y de llamar a la vieja.
De conmemorar quimeras
y de caminar hacia la nada.
Domingo aburrido,
de ceremonias,
de resacas,
de olvidos,
de extrañar asados,
de que te llamen por obligación,
de mierda,
de nada...
Domingos. Solo eso

20/2/09

A mis amigos/as españoles

PINTOR

Supe por boca de un turista galaico que en la antigua ciudad de Monterrei existió, hace ya muchos años, un joven pintor cuya habilidad para ese arte era común e ignorada. Su recuerdo no ocuparía un lugar en la memoria de alguien sino fuese porque después de sufrir la muerte de sus seres más queridos, y de quedar solo en su castillo, se fue haciendo de una rara habilidad. El muchacho, contaba el gallego, comenzó a pintar de manera genial, pero todo lo que usaba de modelo y que en sus cuadros se veía tan real y luminoso, dejaba de existir, moría.
Pintó en grandes lienzos los jardines de su palacio y estos se extinguieron rápidamente, castillos vecinos expresados por él en sus cuadros acabaron en ruinas. Una bella muchacha que usó de modelo murió irremediablemente. Un afluente del río Támega hoy se ve con agua en el cauce únicamente en unas de sus pinturas. Así, poco a poco, provocó que se fueran oscureciendo aquellos parajes. El cielo, tan hermoso en sus pinturas, se veía gris y tenebroso. La gente, los pájaros y los demás animales huyeron.
En soledad el joven pintor comprendió lo malo de aquella maestría siniestra y cerró con estacas y llaves las puertas de su palacete.
Dice el narrador que luego de varios años, alguien que volvió y se atrevió a romper aquellas puertas solo halló del pintor... un perfecto autorretrato.

19/2/09

EL MUERTO DE DOÑA EDUARDA

Eduarda Sánchez tiene un muerto que golpea en su conciencia.
Esta mujer, hoy de 95 años, recuerda, cada vez que la visito, la historia de su muerto. Y siempre me cuenta lo mismo... Creo que debe ser porque yo suelo llevar nuestra conversación a cosas de su pasado sobre las que nadie le pregunta ya.
Sobre el muerto aquel me relata con lujo de detalles y completamente segura que así fue, que no tengo porqué dudar de ella: Explica que su difunto hermano José, no está muerto, sino que anda por allí. Y que noche a noche viene y le golpea puertas y ventanas...
-Yo tenía como diez años –cuenta- cuando mi hermano, que tenía un año menos, comenzó con fiebres y convulsiones. La encargada de cuidarlo era yo. Y lo cuidaba como podía, nuestros padres estaban todo el día en el campo. El pobre cada vez estaba peor hasta que una tarde dejó de moverse. El doctor, que no vino hasta la noche, lo revisó un poco y dijo que estaba muerto. Me sentí terriblemente mal, me desmayé. Me acostaron y cuando desperté era de madrugada. Mi hermano estaba en un cajón rodeado de velas y flores. Había mujeres que rezaban y lloraban a gritos. A mi me dolía la cabeza, era como si cien martillos golpearan en ella. Como al mediodía cerraron el cajón y lo cargaron en el carro. Ya en el cementerio y justo cuando bajaban el ataúd a la tumba, se multiplicaron los golpes en mi corazón, en mi cabeza, en todo mi cuerpo y... estoy segura, dentro del cajón también. Estuve a punto de desmayarme otra vez, o me desmayé, no lo sé. Solo sé que esos golpes me paralizaron. Todos rezaban y lloraban a los gritos, nadie oía nada. Luego taparon el pozo y yo me callé aquello para siempre.
Doña Eduarda Sánchez está segura que a su hermano lo sepultaron vivo.

LOS QMAT-MAQ

Borges afirma en la página 132 de su Libro de la Literatura Fantástica que Aristóteles logró formar animales del aire. Sin querer continuar esta hipótesis para no desdorar posibles tratados posteriores de estos dos autores, puedo probar que existen hoy en el mundo animales hechos de aire. Aseguro sí que estos y aquellos son de una misma especie, los creados por el filósofo son indudablemente repulsivos, y estos, si bien disimulan bastante, también lo son…
Alguna vez escuché de un narrador de la calle el relato de su encuentro con uno de estos seres, decía que uno de ellos había devorado su casa. Luego supe que el sentido literal de ese hecho era otro.
Estos animales son de forma, tal cual un ser humano es. Y se multiplican por repetición. El Qmat Maq nace copiándose de otros. Parece ser que mientras más poderoso se torna uno de ellos, más copias genera.
Se sabe que estos seres, a pesar de su forma humana, sólo se alimentan de papel, y ocasionalmente de algún metal. Llegaron a decir algunas personas que comen carne humana, pero no se pudo probar. El papel con que se hacen los billetes es su plato favorito.
Los Qmat Maq no tienen alma, por eso suele hallárselos en iglesias y templos buscando que el creador los reciba como sus hijos.
En líneas generales son de mala entraña, pero a ellos se debe, en gran parte, el “progreso” de la humanidad. Nadie va a negar que cada uno generalmente supera al ser en que se vio reflejado.
Estos entes, tan poco fantásticos, hechos de aire y con características de hombres de hoy, nos arrastran en su vertiginosa maraña uniforme.

Tal vez usted no los pueda identificar. Tal vez usted es uno de ellos.

16/2/09

EL GORDO

A veces me encuentro con el Gordo

que invariablemente me pregunta

para cuando va a estar listo lo de él...

y me dice que ya no puede esperar

para verse convertido en el héroe que fue.

Me reprocha cierta pachorra con su caso.

Algo de razón tiene, pero no se lo digo,

más bien le miento diciéndole que estoy

trabajando una monografía sobre Hugo Wast.

Además no le quiero decir que lo suyo,

si bien es conmovedoramente Shakesperiano,

no es para nada épico.


A veces me encuentro con el Gordo,

aprovecha y me recuerda que era buen arquero,

y de River Plate hasta las plumas.

Me pregunta por los muchachos,

y me reprocha por no ir a despedirlo cuando se fue.

Me asegura por enésima vez,

como si yo no supiera,

que solo él eligió que su historia fuese,

como es,

que el camino que tenía que recorrer era ese,

y no otro,

A veces, bastantes veces,

me encuentro con el Gordo y fumamos unos cigarros...

tomamos unos vinos...

hasta que, como siempre,

se pone pesado con sus cuestiones...

entonces lo mando otra vez con su dios,

que es el único que le tiene paciencia.

15/2/09

IGUALES

Como en todos lados...

los ladridos de los perros,

las hojas en blanco,

las cervezas y las poesías,

las cucarachas,

los dolores de tripa

y los inútiles esfuerzos

para entender ciertas cosas,

... son iguales.


Las galerías comerciales

de Santiago Centro,

las de Córdoba,

las de Guayaquil,

son siempre parecidas

a la Galería Vivienne,

de
el "Otro Cielo" de Cortázar.
(ojalá fueran)...

La estupidez, el servilismo

y la pedantería...

también son iguales, acá y allá.


De los macdonals

y la coca cola ni hablar,

son iguales en todos lados...

Como yo... o como usted,

ya que ahí donde vayamos...

somos siempre los mismos.

MI VIEJA


Muy piola mi vieja, /odia el color negro y ama a los gallos que cantan a toda hora. /Le gusta levantarse tarde, /y no lavar los platos
Trabajó de sol a sol, mi vieja, /y no pudo hacer de mí más que este que soy, /pero lo intentó...
Por las tardes juega a los naipes con la vecina, /mi vieja, /y no le gusta perder.
Se queda despierta hasta después de medianoche /mirando telenovelas mexicanas.
Y hace como ninguna los ñoquis del 29.
Se banca a mi viejo, /a mí, /a mis hijos... /Tres veces Mamá.
Esa es Mi Vieja.
A Estela María Guazzotti, mi vieja, que hoy embarcó en su último crucero.

14/2/09

LA DÉCIMA MUSA


Cuando pretendía ser escritor solía irme a dormir cada noche esperando encontrar en mis sueños algo que me insinuara el comienzo de una obra maestra. En cambio, hallaba cada amanecer una joven rosa gris, fresca aunque de poco aroma, sobre las improductivas hojas de mi cuaderno. Así era todos los días, una flor igual y el mismo acto: yo casi ignorando al renuevo y dispuesto a caminar el día en un fangoso río de pobre filosofía.
Nunca me detuve a pensar en el mensaje de la rosa gris. Poco me otorgaba. Y ciego por la inexistente inspiración, solía despotricar enrabiado contra las musas que, de haber iluminado siempre a tantos genios ahora me negaban una gota de lucidez.
Entonces sucedió aquello. No puedo asegurar que fuese un sueño, aunque prefiero decir que sí lo fue. Esto pasó: un suave murmullo de risitas ahogadas me despertó, rodeaban el sillón de escritorio donde me había dormido; eran un grupo de muchachas con vestidos resplandecientes. Inmediatamente comprendí que no eran mujeres comunes, eso me intimidó y no pude decir palabra alguna. Largísimo fue el momento en que observé y me sentí observado por esas extrañas visitantes, hasta que una de ellas se acercó y me dijo:
- Yo soy Calíope y estas son mis hermanas, somos las Musas, diosas protectoras del arte y de las ciencias. Hemos venido para aclararte el misterio de aquella rosa gris en cada una de tus mañanas.
- Bienvenidas. Alcancé a decir.
- Según sabes, continuó diciendo la diosa en un perfecto castellano, nosotras sugerimos y guiamos a las personas que dedican su vida a las tramas artísticas y científicas. Estaría de más hablarte de mis hermanas, sé que tú conoces las virtudes que compartimos con Apolo.
- Sí, creo, dije yo a media voz y mirándolas algo turbado, pero aquí estoy rodeado de diez musas y ustedes son nueve...
- Justamente, se apuró en decir la elocuente diosa, quien desconoces es quien te ha estado obsequiando una rosa gris, cada uno de tus despertares.
- ¿Quién es ella?, repliqué intrigado.
- Te contaré su historia, dijo mientras hacía un gesto llamando a una de las diosas que se hallaba más apartada y cuyos vestidos menos brillaban. Ella es la décima musa. Su nombre es Tibet. Es la que protege a las personas grises, a las que lejos están de ser consumados artistas o prolíficos eruditos. A los miles que transitan el camino con un esfuerzo poco reconocido... es la que acompaña a los poco venturosos.
- ¿Eso quiere decir que no escribiré obra maestra alguna?, pregunté fastidiado y mirando hacia cualquier parte.
- Quizás sí la escribas, intervino gentil la Décima Musa, pero no esperes por lo que podamos inspirarte, continúa trabajando de sombrío prosista, cada vez con más fuerza. Solo así llegarás a brillar. Mientras, yo velaré por ti desde el Parnaso y cuando hayas trabajado lo suficiente, recomendaré a mis hermanas bendecirte con alguno de sus poderosos colores.
- No supe qué decir mientras veía a Calíope y a las demás musas marcharse, hasta que sólo quedé frente a Tibet, que me dijo:
-Escucha, quiero pedirte algo: Ya que nadie habla de mí, ya que nadie sabe de mi obra protegiendo a los que, en silencio y obstinados, mueven al mundo… ya que me limitaron a ser la olvidada diosa de los relegados, quiero pedirte que cuentes lo que pasó aquí hoy…. Quizás no logres de ésta experiencia tu obra maestra, pero a partir de ese favor te regalaré, de tanto en tanto, rosas no tan grises.

Eso me dijo, y desapareció...


11/2/09

Cadáver

Va mi cadáver viejo, último,

yéndose poco a poco,

desvaneciéndose bajo el sol y las sombras

que se suceden.

De tierra y agua estoy hecho,

y de un poco de aire.

Percibo como se escapa el pequeño espacio

que ocupé.

Oigo irse a mi suspiro viejo

de ir y venir por nada.

Veo borrarse la que creí mi mejor composición,

y la que hice por encargo.

Descubro irme poco a poco con el viento,

sin retorno ya con esta forma.

No soy alguien hecho todo de aire, como algunos.

Ni todo de tierra, como otros,

o de agua solamente, por más acuariano que sea.

Estoy hecho con un poco de todo,

con poco de todo.

Y así se va haciendo mi cuerpo nuevo,

con algo, con poco, con casi nada.

Como el de muchos otros, por suerte,

de tierra, aire, agua,

y palabras.

¿Para qué más?...

5/2/09

SUERTE

SUERTE
(Del libro
"Entre Piedras")

No hay tréboles de cuatro hojas

ni patos de la suerte,

ni herraduras, ni plumas de caburé.

No hay pirámides energizadas,

ni tierra de Belén.

No hay monedas antiguas bajo la cama,

ni imágenes del santo que sea.

No hay Pugliese que valga,

ni maderas sin patas que tocar.

No hay amuletos de hueso,

ni cintas rojas que atar.

No hay escaleras abiertas para no cruzar,

ni días que saltear.

No hay reptiles para no nombrar,

ni patas de conejo para frotar.

No hay techos que barrer,

ni sapos que atar y sepultar.

No hay conjuros que hacer,

ni cementerios que visitar.

No hay nada de todo esto que te salve

de la mala suerte.

No hay nada que hacer...

Solo queda trabajar, y mucho.

La suerte...

La buena suerte a veces viene,

a veces va.