Asaltaron a un millonario habitante de esta pobre ciudad.
Y lo golpearon.
Paradoja... no puedo decir: “al pobre tipo lo golpearon y asaltaron” tengo que decir: “Al rico tipo lo asaltaron, y además se llevaron de su casa hasta las monedas chicas”
Y debo hablar así de él porque, a pesar del asalto sufrido, sigue siendo requetemillonario. No le llevaron sus casas ni sus autos. Menos se llevaron lo que guarda en el banco, sus campos, ni su sueldo del estado.
Al rico tipo lo asaltaron y le tantearon la dureza de su cara y de su corazón, solo eso.