...
Hay pan sobre mi mesa,
de ayer es el pan,
y poco a poco se va endureciendo.
También se van endureciendo,
y cubriéndose de finas capas de tierra,
algunos libros, sobre mi mesa.
Los suplementos de La Voz
y los “Rocinante” se van poniendo amarillos.
Solo brillan las piedras,
recuerdos de algún viaje,
y la pantalla de la pc.
Hay papeles sobre mi mesa
que tienen escrito ya no sé qué cosas,
ni me importa.
Hay lápices, y útiles de escritura.
Biromes que no escriben ya,
que nunca escribieron,
duermen en un rincón de mi mesa,
también secándose.
En el otro rincón de la mesa duermen
en grises papeles irresueltas poesías.
No hay fotos sobre mi mesa,
indicio que se va endureciendo mi corazón.
...