Que durante el Nuevo Año se hagan realidad esas cosas por las que han luchado en este Año ya Viejo.
Buenos Augurios para aquellos que no esperan que sus cuestiones cambien por solo desear cosas y esperar que caigan del cielo, o del aparato tragamonedas.
Y que un deseíto pequeñito se cumpla a cada uno de los amigos/as blogueros. Es mi deseo.
Para que se hagan realidad sus sueños más grandes... buscar a alguien tangible y beberse, ambos, cuatro champagnes...
AbrAzoZ
"Así como en los juegos de azar las cifras pares y las cifras impares tienden al equilibrio, así también se anulan y se corrigen el ingenio y la estolidez, y acaso el rústico poema del Cid es el contrapeso exigido por un solo epíteto de las Eglogas o por una sentencia de Heráclito." Borges... "El Inmortal"
17/12/09
Salutes findeañeros
21/11/09
Cruel destino
un triste rayito de luz
suele ser el rey...
No es este el caso,
ni la buena zurda de León alcanza
para hacer ganar un partido a este club de morondanga del cuál soy hincha.
Es que cuando se confabulan los demonios
no hay dios que tuerza el destino de los perdedores...
1/11/09
Duelen
Los dedos como entumecidos
casi ni dejan dormir bien.
Acarician, eso sí,
también aprietan o excavan si es necesario,
e igual que siempre, agarran con fuerza
la pala o el martillo, según el caso.
Pero duelen, no dejan de doler.
Toman firmes el volante de mi porsche
cuentan billetes de diez hasta seiscientos mil,
y mandan por día cien mensajes de texto,
pero duelen, no dejan de doler.
Los dedos como entumecidos
casi ni dejan dormir bien.
Duelen las manos,
los dedos se acalambran,
y duelen...
duelen de estar tanto sin escribir.
31/10/09
retorno
hace rato que no pasaba por acá
pero está todo bien... bueh... salvo por el calor de infierno y la falta de ríos, lago, lagunas, mares y de tristes charquitos donde refrescarse las patas...
A los amigos que siempre pasan a leer y hallan tapera les digo que igual mucho más no queda de interesante literatura... mejor harían en comprarse un buen libro de autoayuda en la librería de la esquina... ahora solo escribo horóscopos y chistes malos que nadie lee...
Al comentarista anónimo que dice que leerme a mí le causa dolor de cabeza le digo que comparto esa apreciación... no hay peor jaqueca que la que me causo yo mismo...
A Mai que se va de estos tristes lugares le quiero decir que solo por ella y un par más es que yo todavía estoy acá...
abrazos
6/9/09
DOLOR DE CABEZA
20/8/09
ME BUSCA
Me busca por la tarde,
por la noche y la mañana.
Me busca fresca, única,
luminosa y alborotada.
Me busca madre,
madura, perdida, cansada.
Me busca niña,
hambrienta, insolente y exultante.
Me busca entre sueños,
cuando llueve, o en la playa.
Desnuda me busca, exigida,
libre y entregada.
Me busca a veces, llena de color,
a veces triste,
a veces desesperada,
olvidada o ignorada.
Me busca entre la gente,
a un lado y al otro.
En calles terrosas,
en barrios olvidados.
Entre las luces de grandes ciudades,
en la cumbre de algunos edificios altos
me busca.
Me busca en mi casa... y en la de ella.
... Me busca la poesía,
y la mayoría de las veces...
no me encuentra.
11/8/09
Soy de hacer líos
A diferencia de los delfines del amazonas,
que aún en aguas turbias
saben para donde tienen que ir
a cazar,
a buscar finales y principios
o a pasear al sol simplemente,
yo no tengo ni la menor idea
del camino a seguir en esta vida.
Y me mantengo donde estoy,
apenas sobreviviendo.
Echando culpas a las pirañas
por mi falta de valor en estas aguas.
Alguna vez me asomé al mar,
tan atractivo
y acogedor
que se ofreció, tibio, a cambiar mi destino.
Pero yo soy de hacer líos
y dejé el mar
el majestuoso río,
y me volví a la triste ciudad del campo
aburrido
...
y eso que amo los delfines,
al mar
a los ríos
y al los cambios de destinos.
.
9/8/09
Carolina del Mar
Recuerdo con mucha ternura
el sonido de tu risa de niña escondida
cuando te hablaba con voz de dibujito animado,
o de porteño cachafaz.
Sonrío para mis adentros cuando me acuerdo
de tu divertida torpeza de mujer apurada,
de mujer ocupada en sus trabajos,
de mujer enamorada.
Aún veo siempre dentro mío tus ojos brillantes
de vida nueva
de esperanza
Sé de tus alegrías,
de tus dolores,
de tu soledad.
Sé que estás rodeada de amores
de mar
de dulzura...
Sé que estas tan bien como podés estarlo
...
Todo es por algo, decías.
Que así sea.
...
6/8/09
Colón
Aún hoy, por suerte, hay quienes se juegan en alguna empresa sin saber en que clase de puerto van a anclar. Y por desgracia siempre habrá quienes esperan ver el camino trazado para caminar.
Paraíso
Un buen día el hombre se dio cuenta que el paraíso prometido estaba a sus pies. Fue el día que vio como crecían las semillas que había escondido bajo tierra. El trigo, el maíz y la papa brotaban así de fácil y le proporcionaban comida a su familia y a su tribu. En esa bienaventuranza pudo domesticar animales y usar los árboles para construir casas. En ese paraíso pudo criar a sus hijos. Y fue feliz.
La vida del hombre en aquel edén se prolongó durante milenios.
Eso fue mientras Dios estuvo a cargo del mundo... ahora todo está privatizado.
1/8/09
No píenso
No pienso en el camino que aún falta,
ni a que hora acabaré de recorrerlo.
No pienso en el esfuerzo
que demanda caminar para nada,
para morir.
No pienso asustarme al oír de pie
el doblar de las campanas.
No pienso en otra cosa que no sea caminar
sin que el reloj me marque el paso
y me ordene la vida a su manera.
No pienso en que van a decir mis hijos,
y los hijos de mis hijos.
No pienso construir un mundo mejor,
ni destruir este que está cada vez peor.
No pienso escribir el mejor cuento,
el mejor poema, la mejor canción.
No pienso...
Mascotas (Fragmento)
31/7/09
MUJER PROPIEDAD PRIVADA
Bien se sabe que es ley mundial que cada uno de nosotros puede hacer lo que quiera con lo que lleva nuestra firma estampada, con lo que de una u otra forma nos supimos conseguir... Y está bien, de cierto modo, que así sea. Podemos hacer lo que queramos con nuestro auto, con el tv veinte pulgadas y con el perro que nos costó cien pesos... podemos prenderle fuego al carro ese cuando a la mañana no arranca, pegarle un sillazo a la tele cuando nos cansa tinelli o patear con furia al perro cuando le ladra a la morocha de la otra cuadra. Podemos porque son nuestras cosas y no hay nada que nadie pueda hacer para impedírnoslo.
Lo mismo pasa cuando, ya sea por cualidades propias, agudeza de ingenio o herencias varias, se nos da por acumular cosas aunque sea con poco sentido común. No podremos usar en varias vidas los millones de pesos que podemos amontonar, ni vivir en más que una o dos casas de las cincuenta que podemos llegar a tener en varias ciudades... pero así es siempre con lo de la acumulación de "nuestras” propiedades. E insisto con esto: hasta capaz que esté bien que así sea…
Salvo cuando llega el abuso, y nos creemos que hasta las personas nos pertenecen.
Eso es el súmmum de esa idiotez de la “propiedad privada”
Hay quienes creen que sus hijos son “sus” hijos y los golpean, abandonan, maleducan y violan como si fueran “su propiedad privada” y creen que por eso pueden hacer con ellos lo mismo que con su trapo para el piso.
Hay quienes hacen lo mismo con los ancianos, con los enfermos, con los incapacitados… abandonándolos como cuando dejan en el galpón del fondo una heladera vieja que ya no enfría…..y ya no les sirve.
Propiedad Privada… algunos van más lejos y aseguran que también sus esposas y/o parejas lo son.
Ese rótulo de: “Mi mujer” es un estigma hasta peligroso, y a algunos les hace creer que pueden hacerle lo que quieran a una mujer solo porque aceptó ser “De” uno.
Tal vez llegó el tiempo de reeducar al hombre en ese sentido de “propiedad privada”.
Solo teniendo bien claro que las épocas de vejaciones, sometimientos, aberraciones y torturas matrimoniales y "extra-matrimoniales" dejaron paso, hace rato ya, a nuevos tiempos de libertad, digo, solo teniendo esto en claro dejaremos de presenciar maltratos. abusos y asesinatos como los que por éstos tiempos se vieron en ésta y en otras diversas ciudades.
30/7/09
SOLO UN SUEÑO
Un sueño yo tuve
soñé que llegabas
de aquel largo viaje
que nos separara.
Con tu risa suelta
de libertad nueva,
desatando esperas
que aún me encadenan.
Trayendo en tus manos
aquellas caricias
que habían quedado
solo suspendidas.
Feliz desperté
aquella mañana
después de aquel sueño
que de ti me hablaba.
En vano supuse
los días siguientes
que todo era cierto,
que tú volverías.
Y pasé mi vida
viviendo de un sueño.
Sabiendo además:
de tu corazón
ya no soy su dueño.
25/7/09
TUS CAMINOS
... como el que va de tu boca a tus hombros.
Amo el camino que recorre la aventura
entre tus hombros y tus pies.
Amo el camino del anverso,
que sigue las líneas del sol,
con escarpas, remanso, y posada.
Los ecos cruzados... la agitación,
las cadenas desatadas y los riesgos ignorados.
Amo recorrer ese camino a la hora de la siesta,
sin que lo pensemos mucho... intensamente.
Amo detenerme en tu oscuro y tibio remanso
... y beber de tu miel.
Tu camino del reverso amo,
el que ofrece llanuras y sombras.
Con escarpas también... y remanso.
Con un atajo casi escondido...
Amo tomar ese atajo, y no apurarme.
Amo detenerme en tus posadas,
y estar allí, sin detenerme, y morirme allí.
Amo los caminos que van
desde tu boca a tus hombros,
los que me llevan a esos otros caminos tuyos...
Los que recorren tu cuerpo...
desde tus hombros... a tus pies.
22/7/09
Experiencias de un Poeta (Fragmento)
...
De ninguna manera puede decir que esperaba lo que le iba a pasar. Su vida era, siempre lo había sido, de lo más aburrida y predecible. Aunque se él las daba de excéntrico y original, no lo era, o lo era en naderías. Lo cierto es que un buen día ciertas cosas suyas pasaron de estables y pasivas a tumultuosas y atrevidas. Y lo sorprendieron. ¡Cómo para que no!... si ya hacía rato que no era un adolescente. Pisaba los cuarenta y en su físico aparentaba algunos más. Solo lo salvaba su buen humor y el ingenio soez al hallar respuesta a todo. Lo cierto es que de repente se encontró a sí mismo en la pieza siete del hotelucho del pueblo recorriendo con su desacostumbrada lengua los rincones más escondidos de Zirday, una veinteañera conocida por él desde hacía varios años pero con la que por nada se le había ocurrido enredarse. Pero ese era un hecho, y sonriendo de puro placer, mientras la joven mujercita le mordisqueaba la pija con dulces y breves movimientos, trataba de entender por que raro sortilegio la vida le regalaba estos minutos de algo que ya no esperaba.
...18/7/09
DESAHOGO
Los fuegos artificiales retumban en los espacios
vacíos de historias y neuronas.
Y las indecisiones a la orden del día,
en mi vida y en algunas otras.
No hay aromas ni otras exhalaciones.
Solo unas cuantas gotas de sudor
de vez en cuando.
Y sigue habiendo mucho ruido,
demasiado.
Es que los engranes de la vida
van chirriando
entre aceros y mordidas.
Como para irse desahogando
Por tantas mezquindades.
Ya no hay llanto
que no haya sido indebidamente
cobrado,
y con creces
No enorgullece
pero permite morir a la par
del pobre alto ego.
Permite sonreír
de medio lado.
Nos deja desahogarnos,
ya lo dije...
UNA NOCHE... RAQUEL
Regresé anoche, aún malherido de amores, al famoso pub “El Doce”. Y lo hice después de un par de meses de vida sedentaria. Volví por pedido expreso de ir a ver actuar a un grupo de ruidosos amigos... mitad músicos y mitad batifonderos, diría nada más que como dato, pero bueno, por cierta prolongada y sincera amistad, allá fui. El desánimo por haber aceptado el acompañamiento quedó disuelto de entrada nomás ya que al intentar abonar mi correspondiente pase el guardapuerta de ninguna manera me quiso aceptar retribución alguna. –Como bienvenida, -dijo-. Lo que me hizo pensar en algo así como el hijo pródigo que retorna. Nada menos.
Seguro que por lo deshabituado fueron transcurriendo lentos, y sin mucho alboroto, el recital y la noche. Conmigo en un rincón solitario, apoyado en la barra entre copas, cigarrillos, el ir y venir del "barman" y el presentido recital de mis amigos. Todo olvidable, hasta que durante un breve silencio, desde el incómodo escenario, al Número Uno se le ocurre decir no sé qué de mí e invitarme a subir a escena. Cosa que, con algo de mala gana hice nomás, pues no era cuestión de desairar a un buen amigo. El intrépido no tardó un segundo en pedirme que cante o recite algo. Yo hubiese preferido que me mande desaparecer, pero... ya estaba allí, ¿qué iba a hacer? Una leve inclinación a modo de saludo hacia el público y un breve intercambio de palabras con los cuatro instrumentistas puso todo a punto de acompañar a mi desentonada voz y a los sonidos que mis dedos pudieran sacarle a ese prestado piano. Después de berrear las cuatro o cinco rebuscadas poesías hubo bastante palmoteo, aunque no hubiese tenido porqué haberlos. Mi actuación no fue de las mejores, un poco por el güisqui y el resto por propia ineptitud. Pero a esa altura de la noche, pensé, a quién le importa el virtuosismo mientras les haya sonado agradable. Y creo que así fue, a juzgar por los suaves asentimientos que alcancé a ver mientras ejecutaba, en el peor sentido, tan dulces versos.
El levantarme, agradecer con una sonrisa a los músicos y con un breve “gracias” a la gente que en lo global de esa desenfrenada fiesta ni siquiera oyó bien de qué se trataba, fue un solo movimiento. Salvo uno o dos amigos, casi irreconocibles por la tenue luz que alcanzaron a palmear mi hombro cuando pasé rápidamente entre ellos, nadie me saludó. Ir hasta la barra y pedir otro "on the rocks", fue también un solo movimiento. Todo así se mantuvo hasta que el tintinear del hielo en la soledad del vaso me alertó que, o el mismo perdía por algún invisible agujeruelo o dicho ardiente líquido yacía en mi estómago. Hecho que era como para ponerse a pensar pues ya iban tres y en compañía de vaya a saber que cantidad de cigarrillos... Y fue a través del humo de esos venenosos cilindros que la vi a ella acercándose... Primero pensé que casualmente elegía ese lugar para abastecerse de algún bebible, pero no, resuelta me miró a los ojos y me habló así:
-Estuvo buena tu breve actuación poeta, y ya que no he visto casi adhesión a tu buena voluntad de recitar para estos sordos, he decidido no solo pensarlo sino también decirlo. Es por eso que estoy acá, y desde luego para que compartamos una copa... la mía, porque veo que la tuya ya fue-
Allí nomás pensé: -Vaya ¡qué mujer!-, mientras hacía una seña al andarín joven de la barra para que diera nueva vida a mi agujereado vaso y al que ella traía en su mano.
Agradezco tu elogio, -le dije-, es algo bueno para la que suponía una mala noche.
-Mi nombre es Raquel, -dijo-, y ninguna noche es mala si uno sabe esperar, ¿oís, por ejemplo, esa música lenta?, es una buena ocasión para bailar, vení, bailemos-.
Su mano tibia tomó la mía y con decisión me llevó a una poblada pista de baile.
Lo que sucedió desde ese momento trataré de describir: Su cintura entre mis manos y sus manos en mis hombros, su pelo rubio que se mecía suavemente como un pequeño jardín de girasoles. Sus ojos color cielo posados en los míos hiriéndolos con una mirada pura, inolvidable. Su rostro blanquísimo reflejando su natural belleza. Y el perfume de su piel, ese maravilloso aroma que terminó extasiando a mis sentidos he hizo que me entregara a sus brazos, a sus movimientos. Y sus labios, sus labios susurrando en mis oídos, sus labios, rozando primero los míos y luego uniéndose a ellos en un soñado y dulcísimo beso, un beso único, para esa ocasión única.
En algún momento entre todo eso que estaba pasando me dijo sonriendo: -vamos a descansar-. Y su mano, ahora en mi espalda, me guió entre la gente hacia el rincón aquel de la barra. Al llegar, ya no estaba conmigo, y al girar tampoco la vi entre la gente. Esperé casi sin moverme, no sé cuanto tiempo, solo sé que despertaron mis sentidos cuando oí el saludo final de mis amigos músicos. Y me hallé otra vez acodado en la lustrosa y dura madera.
Al lado de mi siempre vacía copa estaba la suya, también vacía.
15/7/09
Recuerdos
envuelve mi cuarto solitario
en este diciembre inesperado.
... No siento ajeno ese efluvio:
Recuerdo de patios del pasado.
...Ayer... ni remoto ni olvidado.
Todo, dice Borges, se repite,
por no se que reglas misteriosas.
Habrán sido otras madreselvas,
otros cuartos y otros diciembres,
más la esencia de todo... es la misma.
En la vieja casa de la Plaza
como en la pensión del Cruce Alberdi
se han tejido, igual que en este cuarto,
enormes recuerdos perdurables.
Pasaron amores generosos,
y pasaron cosas sin piedad...
pasaron cigarros y cervezas,
pasaron murgas y rock and roll.
Pasaron y regresan... insisto,
-quizás lo hago como consuelo-
esas ocasiones ya pasadas
envueltas aquí, yo así aprecio...
de un dulzón aroma a madreselvas
........................................................del libro "Entre Piedras"
12/7/09
LIBRO DE INSTRUCCIONES
“Basta que un libro sea posible
para que exista”
Borges
Ciento veinte mil volúmenes devoró el incendio en la biblioteca de Constantinopla allá por el siglo V de nuestra era. Ochocientos mil fueron quemados en la biblioteca de Alejandría en el año seiscientos cuarenta. Digamos entonces que casi un millón de libros se destruyeron sin más ni más en el transcurso de un par de siglos.
Consta que no se destruyeron todos los libros, y eso indica que aquellos cuya trama resultó ilesa son los que de cierta manera influyeron en muchos otros escritos posteriores. O sea, en esos que han actuado después de mucha adaptación y transformación incluso hasta en este mismo relato… Pero la cuestión central que impulsa esta reflexión es la cantidad de libros que sí resultaron quemados.
Teniendo en cuenta que esos ejemplares eran únicos y se perdieron para siempre, me produce algún desconcierto pensar que alguno de ellos pudo haber cambiado el curso de la historia. Si es que resulta válido creer que la trama de un libro, o de varios, puede cambiar el conjunto de hechos por suceder. Pero este tampoco es un tema para tratar ahora. Puedo sí sospechar, en cambio, que existió un libro con ese poder y se quemó aquella vez, hace como mil quinientos años, o más. No hubo después otro como ese, ni el más leído. Tal vez porque todos los demás fueron escritos por comerciantes y aquel fue creado por el dueño de todo. Y porque fue el primero. Podría agregar que seguramente fue escrito durante el día de más trabajo.
Yo imagino que sus letras se parecían a pequeños dibujos y estaban agrupadas. Cada grupo de esas letras-dibujos ocupaba una superficie más pequeña que esta página y estaban dentro de un rectángulo. Cada uno de ellos era indicador de algo y estaba referido a cada uno de los temas principales. Los rectángulos estaban relacionados entre sí hasta la cantidad de siete. Esos siete juntos formaban un mensaje. Había (no me pregunten como lo sé) setenta mensajes. No puedo, quizás ningún lector-escritor podría hoy, traducir nada de esos mensajes.
Estoy convencido que aquellos mensajes en aquel libro, contenían el verdadero sentido de todo. También estoy convencido que nadie que lo leyó en aquel tiempo lo entendió en realidad. De haberlo alguien comprendido antaño, sabríamos hoy aprovechar bien las virtudes que el fabricante nos brinda con sus productos.
Pero como todos creemos saberlo todo… raramente leemos bien un libro de instrucciones, aunque éste nos dé lecciones nada menos que sobre el uso del mundo mismo.
..
11/7/09
Pronombres
Tú y yo son cosas personales.
Que yo soy tuyo y tú eres mía,
son asuntos posesivos.
Estas cosas, y aquellas, suceden,
y son demostrativas...
Aunque te digo que es relativo...
¿Qué? –interrogas.
¡Cómo! –exclamativa gritas
cuando te contesto lo que sabes indefinido :
Que algo es invariable
como muchas cosas son... variables.
..Le escribí hace unos años esta casi-poesía a una amiga que la usó para trampear en una evaluación de Lengua y Literatura en el secundario nocturno.
..
7/7/09
Amores
...
Los amores ardientes
increíbles
los más peligrosos
y para siempre recordables,
son baratos, casi siempre.
...
Los que cuestan son interminables
tibios
tiernos,
hasta divertidos,
También inolvidables,
pero dolorosos.
...
No sé,
concluyo...
que yo de amores sé muy poco.
...
5/7/09
HABLANDO DE TRABAJAR DE LO QUE A UNO LE GUSTA
2/7/09
EL ROBO
El hecho fue entonces casi improvisado. Planeado sin muchas ganas. Un poco por la sequía y otro poco por confiados, confiados en la aparente pachorra de los pueblerinos encargados de la ley.
Lo calculado era sorprender a los cajeros del mini casino local, actuando como cualquier cliente normal, encañonarlos con un par de fierros, arrebatarle cuanta plata fuese posible he irnos como vinimos, en silencio y silbando bajito. Todo fue más o menos bien hasta que un "tero" con aptitud de héroe, en un flash, sacó su pistolón cromado y le metió una bala al Oreja en las costillas, obviamente, entre el Fuji y yo tuvimos que volarle las plumas al "tero" héroe. Y ahí acabó toda la fiesta y se vino la noche. Al desplumado lo emuló el otro "tero" y la refriega se multiplicó. Por esas cosas del azar ni el Fuji ni yo resultamos agujereados en el entrecruce de plomos y el "tero" ayudante ligó un par de caricias que lo obligaron a huir en vuelo rasante. Con los "volantes" que alcanzamos a manotear, y arrastrando al Oreja, levantamos vuelo como pudimos. Lo calculado era perdernos caminando entre la gente pero la balacera animó el avispero y ya no eran posibles los disimulos. Abordamos un taxi de conductor desprevenido y ahí sí, nos alejamos del referido embrollo. El resto no quiero ni recordarlo, al tachero ninguno de nosotros quiso ponerle un broche, nos bajamos cerca del aguantadero y lo dejamos ir. Estaba todo mal y eso no tenía porque ser distinto. El conductor vuelto a nacer llamó a la yuta. El cerco se achicó. Nos atrincheramos en el aburrido vecindario mientras pudimos hasta que no me quedó otra que ordenar el desbande, el sálvese el que pueda.
El Fuji, gracias a la agilidad de sus veintidós años, todavía está huyendo por vaya a saber que callecitas oscuras. El Oreja se desangró hasta quedar más idiota de lo que era y hoy está en un loquero cerca de Rosario y yo estoy viviendo sin quejas mis vacaciones en "canadá"
Aprendí la lección: Por más que te falten los fasos y la cerveza no subestimes a los aparentemente pachorrientos pueblerinos.
25/6/09
Libros
Debemos quemar todos los libros
que inútiles llenan los estantes,
solo por estar en los estantes.
Debemos quemar las ediciones
completas de libros olvidables,
solo por tibios y olvidables.
Debemos quemar las ediciones
completas de libros brillantes,
solo por geniales y brillantes.
Debemos quemar todos los libros
después de leerlos y estudiarlos,
así dejan lugar a otros libros
que serán quemados, desde luego,
después de leídos y estudiados.
Debemos quemar todo lo escrito
por autor que quiera enseñarnos
que existe tan solo una verdad :
la que él nos muestra en sus papeles.
Debemos quemar todos los libros
por llevar a creer en la mentira
de que mil versos en un poema
harán realidad las utopías.
Debemos quemar, no tenga duda,
todo lo que escriba aquel que dice
que todo lo hace por su pueblo.
Por eso, seguro en coincidencia:
Debemos quemar todos los libros…
eso sí, guardar como tesoro
de todos los libros, cuatro o cinco.
.
20/6/09
SOBRE MI MESA
Hay pan sobre mi mesa,
de ayer es el pan,
y poco a poco se va endureciendo.
También se van endureciendo,
y cubriéndose de finas capas de tierra,
algunos libros, sobre mi mesa.
Los suplementos de La Voz
y los “Rocinante” se van poniendo amarillos.
Solo brillan las piedras,
recuerdos de algún viaje,
y la pantalla de la pc.
Hay papeles sobre mi mesa
que tienen escrito ya no sé qué cosas,
ni me importa.
Hay lápices, y útiles de escritura.
Biromes que no escriben ya,
que nunca escribieron,
duermen en un rincón de mi mesa,
también secándose.
En el otro rincón de la mesa duermen
en grises papeles irresueltas poesías.
No hay fotos sobre mi mesa,
indicio que se va endureciendo mi corazón.
...
17/6/09
“Sobre mi pared
hay una talla japonesa de madera.
Es la máscara de un demonio del mal,
pintado en laca dorada.
Lleno de compasión observo
las venas hinchadas de las sienes,
que revelan el esfuerzo que exige
ser malvado”
Digo yo :
Sobre una pared de mi cuarto
hay una cruz cristiana de madera
con la imagen de Cristo crucificado.
Lleno de compasión observo
la corona de espinas, la herida en un costado,
los clavos atravesando sus manos
y la sangre en sus mejillas.
Eso me revela que mucho más esfuerzo exige
ser manso.
Escribe Johana Ruiz Serpa,
de San Andrés de Sotavento, Colombia:
“Soy indígena.
Soy maestra de San Antonio de Palmito.
Vivo en San Andrés de Sotavento.
Mi comunidad fue declarada indígena por nuestros antepasados.
hace cuatro años trabajo en la escuela,
dándole saberes a los niños.
Ellos vienen con una simple hoja y un lápiz,
descalzos,
algunas veces con el estómago vacío”
Y yo escribo:
Soy un trabajador.
Trabajo de obrero en un lugar de Argentina.
Vivo en Argentina.
Mi grupo fue declarado para siempre obrero
por quienes no lo son.
Hace miles de años que nos obligan a ser peones,
agobiados constructores de todo.
Nuestras condiciones de vida son cada vez peores.
Algunas veces lo nuestro
no es ni siquiera vida.
...
16/6/09
Juego Peligroso
En unos pocos días supo calcular la hora en que saldría ella a la vereda para así salir él a compartir una charla. El encantamiento iba creciendo de tarde en tarde.
Cuando aquel dulce ensalmo fue lo suficientemente profundo, ya no bastaron los pequeños gestos de seducción. Esos corazones pedían más.
Es desde entonces, que en los atardeceres, ambas puertas permanecen cerradas... No sea cosa que se entere el marido, o su esposa.
12/6/09
ALUMNA (La saga continúa)
A Sandra (otra alumna del taller literario que llevó al Poeta a dictarle clases personales) nadie le conocía novios, o cosa parecida. Y no permitía que ningún hombre se acercara mucho a su hermética vida. Era su amiga de toda la vida, medio introvertida y bastante devota de esas cosas de la iglesia católica. De ir a misa regularmente y quién nunca jamás se permitiría un insulto al cielo o a los que en él habitan. Profesora de historia. A las únicas clases que asistía eran a las literarias que él expresaba. Pero de amores, poco y nada.
Sandra y el escritor eran conocidos desde siempre. Desde niñitos sus familias vivían en casas pegadas. Crecieron al mismo tiempo, fueron a los mismos colegios y, salvo un par de años, fueron compañeros de cursos también. Crecieron al mismo tiempo y maduraron casi juntos también. Pero se veían cada vez menos. Así fue entonces que, mientras él comenzaba su carrera en esto de los versos, de los cuentos y los efímeros amoríos y tranzas con el sexo opuesto, ella se concentraba en estudiar historia.
Se recibieron por la misma época, casi. Pero en distintos lugares. Ella de silenciosa profesora de historia y él de marido joven de aquella inocente musicóloga. Pasó el tiempo y volvieron a verse después de la separación conyugal del bardo. Se supieron cruzar sus noches en un pequeño bar-café bien jipiento del barrio Bellavista en el que aquél narraba unos lacónicos cuentos en cien palabras.
Se encontraron a travéz de algunos güisquis en igual cantidad de jueves. Al término del cuarto jueves literario acabaron besándose bajo una rota farola de la nueva costanera del Mapocho.
Le temía a los besos largos Sandra, y él poeta se los hacía interminables. Le arisqueaba ella a las caricias, y él la acariciaba hasta donde le daba el largo de los brazos, y más. Le perturbaba a la gris profesora un cercano hombre de cuerpo entero, y el lírico le ponía todo su cuerpo a disposición. Así se fue dejando domar y en cuestión de un par de semanas hacía el amor como la mujer más sabia.
De amores sabía poco Sandra por aquella época, pero cuando la relación con el poeta acabó bien podía dar hasta un diez en un examen.
...
7/6/09
VIRUS ESPÍA (USAR MASCARILLA AL ENTRAR)
3/6/09
DESORDEN (recargado)
El tiempo pasa más rápido que de costumbre,
parece.
Las luces y sombras se van de mi punto
así como florecen.
A las palabras cuesta atraparlas
en este mugroso poema.
El método se derrumba y se levanta
por mi desempeño.
Las peroratas sugestivas fluyen
en mi cabeza, y en mi boca, pero poco.
El desarreglo se dilata.
Nunca se ve nada claro,
en estos asuntillos.
Tengo que brindarme más,
pero no es fácil.
Los ruegos de uso más profuso,
en estas cuestiones son...
bueno, ya saben.
Los de todos en estos casos.
Los mismos de siempre.
Pero no me verán a mí
en esas inútiles súplicas de entrecasa,
ni de las otras.
Si no va, no va.
A otra cosa...
.
30/5/09
LOS LADOS DE LA CALLE
Las ciudades son paralelas, solo separadas por una difusa línea luminosa. A una, se la suele ver lúcida y formal, habitable aunque complicada. Divertida casi siempre y llena de conversaciones entretenidas. De la otra se pueden ver sus calles y sus casas son tristes, sus árboles viven en un eterno otoño, sus molinos y comercios se ven quietos y olvidados. Pero son la misma ciudad, Como en un tenebroso espejo se repiten de alguna forma casas, coloquios y habitantes.
De los que deambulan en la ciudad que normal se ve, es poco lo que se puede decir que no haya sido dicho mil veces, pero de los que habitan la copia espectral se puede decir que aunque son un exacto reflejo visual de los que viven en el lado tangible de la luminosa antes nombrada calle, tienen notorias diferencias, y una es que los fantasmas que la recorren emiten un brillo especial que los envuelve permanentemente.
Comparadas mis notas con las del "inglés Johnson (incansable buscador de fantasmas)" puedo decir que eso se debe simplemente a lo siguiente: Quienes son rodeados por un brillo blanco-plateado son aquellos que en la otra ciudad, son hombres de pensamiento libre e ilustrado, los que son acompañados por un brillo dorado, y también brillante, representan a mujeres inteligentes, libres y divertidas. Y los que son señalados por un brillo gris humo, casi negro, son quienes, hombres y mujeres, en ambos lados de la calle… son siempre fantasmas.
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27/5/09
BIGOTE (re)
Escribo poesía
cada vez que me afeito el bigote...
y escribo sobre mi bigote.
Eso da lo mismo que decir
que escribo cada vez que algo me cansa,
y escribo sobre lo que me cansa.
Así es como escribo
sobre los perros vagabundos
y de las veredas rotas de mi barrio,
o de los abusivos avisos comerciales de la TV.
Escribo sobre mi trabajo de escribir,
sobre las flores de mi jardín
y de los ajenos campos llenos de oro.
En ocasiones escribo sobre los demás,
sobre algunos nomás, aunque a veces generalizo.
Escribo de los relojes y de las tardes,
de los domingos y de los centros de compras.
De tanto en tanto escribo de mí,
y de mi idiotez...
Y del presidente escribo, y sus cuarenta ladrones,
y del fútbol y los periodistas de radio.
De las biromes que se pierden.
Y de los almanaques y de los diarios del día.
Escribo pensando en los puntos necesarios,
en las comas y todo eso.
Escribo sobre muchas otras cosas...
y sobre mi bigote, cuando me cansa.
...
26/5/09
ENTRE NOTAS Y VERSOS (Biografía de cierto personaje)
Siempre ha sido un sordo para la música, y lo reconoce. No tiene porque mentir, no sabe distinguir entre los acordes de una guitarra y de una gaita. Pero no envidió nunca a los que sí saben la diferencia entre una síncopa y un sostenido. Los músicos más bien le parecen unos pavotes que no hacen casi nada bien salvo soplar un caño, golpear unos bronces, apisonar con cierto tino unas teclas o rascar durante horas las seis cuerdas de una Fenders. Es más, hasta le producen algún escozor aquellos que saben, con solo escuchar tres notas, si la melodía es de Santana o del Negro Moreno.
Alguna vez uno de estos virtuosos se rió de él porque no supo decirle que la composición que estaba tocando con su guitarra era de una canción del Riky Tabares. ¡Como si el escritor no tuviese nada mejor que hacer que saber identificar con solo escuchar las melodías, las canciones de cualquiera que cante por ahí...!
Lo dicho, siempre ha sido de madera para los sonidos musicales a pesar que estuvo unido un par de años a una mujer que tocaba el violonchelo en la sinfónica del pueblo. O sea que ser neófito en la música, en algunos casos, no quiere decir nada. Ya ven.
Sobre eso quiero decir que a ella no le gustaba mucho meterse en el mar lleno de poesías, novelas y cuentos en los que el poeta navegaba y a él le costaba mucho oír subterfugios musicales cuando estaba educado mejor para leer. De igual manera creo que eso fue esencial para que se enredaran en amores como lo fue para que al fin se separen. Eso sí, lo que hubo en el medio fue bastante bueno. Tan buena como puede ser una relación entre un escritor silencioso y una musicóloga estridente. Y si digo que sus respectivos talentos los unió y luego los separó porque así fue. Ya verán.
Se conocieron un viernes de frío agosto cuando fueron presentados por unos amigos roqueros en común con los que el Escritor solía juntarse un par de horas a componer canciones de protesta. Ella llegó a ese rejunte con ánimo de incluir en él su instrumento. O de aprender a usar uno nuevo. Allí se interesó por la forma en que el bardo componía y por saber cómo se inspiraba y, sobre todo, cómo manejaba la pluma. Se enganchó en unas clases literarias que aquel estaba dictando. Luego se le ocurrió que dichas clases fuesen personalizadas y a domicilio. Pagaba bien, vivía sola y leía con idéntica afición el libro "Entre Piedras" y a Bartok. Y acabaron enredados.
Lo cierto es que su relación inmediatamente se basó en el sexo. Propiamente los sonidos que más tenían en común eran los que hacían mientras estaban revueltos en el catre. Tengo que indicar que provechoso fue que se conocieran siendo ambos muy jóvenes y sin experiencia. Eso los llevó a probar todos los sonidos de esa ciencia nunca bien explicada de la sexualidad. Traía ella como único conocimiento del sexo lo que le había dejado una noche de humo, manoseos hambrientos, besos con gusto a cerveza y dedos intrusos, y vivía ansiosamente la existencia agridulce de un apetito no satisfecho. Eso era bueno porque el escritor estaba casi igual en esas cuestiones. Sus certezas llegaban hasta el momento en que cae la última ropa. Sabía de besos y de caricias profundas, sabía de besos de mujer allá donde lo llevan a uno hasta el cielo, sabía de senos amplios y laxos, pero no sabía que había más allá del descubrimiento de toda una piel fresca, firme y rosada. No sabía que había más allá del desnudo total y del recorrido total. No sabía que pasaría en toda una noche para aprender a recorrer y conocer. Ella tampoco sabía, eso los unió. Y fue bueno aunque no fue para siempre.
La mujer era virtuosa en la ejecución de varios instrumentos musicales pero era mujer y como tal exigía casamiento y niños. El hombre era un silencioso y concienzudo elaborador de intrincados textos divertidos y filosóficos. Y como tal sabía que lo que ella pedía era para él compromiso y mucho ruido. No podrían combinarse en este caso una buena melodía con una mejor canción.
Bastante tiempo después de separados se supo que ella había aprendido a componer canciones dulces y melodiosas gracias a que conoció a uno de esos músicos que arreglan canciones comerciales, hace el amor una vez por semana y a toda hora toca su guitarra. Y del poeta sabemos varias cosas: lo que vamos a narrar en este libro y que anda todavía por ahí atrapado en lánguidos amores y aburridos palabreríos.
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24/5/09
JOVENCITA CONFUNDIDA (Fragmento)
Inventaban salir de paseos o de compras juntas pero iban a la casa del poeta en el otro barrio. Ella tenía que esperar en la cocina mientras aquellos, desde el dormitorio de puertas abiertas, suspiraban, gemían y aullaban cosas que la inquietaban y despertaban en ella conmociones sensuales que la dejaban suavemente temblando. Las ataduras de sus inexpertos años comenzaban a ahogarla. Todo en ella pedía ser rescatada por un hombre como ese. Suponía que de otra manera nunca iba a salir de aquel cerco de sueños e inquietudes que en medio de las tardes, y de la noche en su cama solitaria, la ahogaba más y más cada día.
También, ya que esto sería más que un secreto, podrían ir al hotel más reservado de la ciudad, ese al que van los amantes clandestinos. En ese tipo de hoteles, según le habían contado algunas amigas mayores, hay cuartos preparados al gusto de los amantes. Hay cuartos con camas especialmente grandes y de colchones de agua. Hay otros con cómodas bañeras para dos en las que una perfumada y burbujeante agua te pone a punto para una sesión de masajes sexuales inolvidables... Solía verlo la muchacha, pasar al mediodía caminando de la mano y a las risas y besos con Flor y nuevamente verlo a media tarde, mientras aquella trabajaba, recibir en el departamento en que vivía, con un largo beso en la boca, a su prima Claudia. Así fue conociendo todo del hombre. Y supo de sus cualidades amatorias. Imaginando algunas de acuerdo a lo que oía desde el dormitorio o directamente espiando todos los movimientos desplegados sobre el cuerpo ansioso de su prima en una cama sin sábanas. Supo reconocer, después de mucho comerse con la vista y escuchar, cuales cosas hacían que él gimiera y cuales hacían que fuera la prima la que aullara en una interminable felicidad. Alguna vez aquellos le pidieron a ella permiso para verse en su propia casa. Era en un tiempo en que la novia del hombre no trabajaba. Y no tenían otro lugar para encontrarse. Ella al principio se negó pero el insistente pedido de la prima la convenció. La primera vez que fueron, fue en la ocasión en que los padres de la joven no estaban. Ocuparon la cama matrimonial que ella misma se ocupó de preparar antes y después de su visita. Ahí no pudo ver nada y poco pudo escuchar. La segunda ocasión en que vinieron a su casa estaba su madre. Eso llevó a que los tres se encerraran en su cuarto con el pretexto de estudiar algo inexistente. Ahí, mientras los amantes se prodigaban poco a poco más y más ardientes mimos, ella no despegaba los ojos de la televisión. En pocos minutos los dos estaban amándose bajo las sábanas de su propia cama a un paso de ella que, completamente ignorada, era una espectadora directa de todos los ardientes actos sexuales que, eso si, eran tan silenciosos como sus animadores podían. Sin duda que ella hubiese muerto por que la inviten a sumarse al dúo. Pero nada de eso sucedió.
Al acabar los amantes su tarea erótica le pidió su prima las disculpas innecesarias y le agradeció el permiso concedido... y él ni la miró más que la vez que tuvo que saludarla cuando la ardiente pareja se despidió. Otra vez los acompañó a la terraza de edificio donde vivía Claudia. En el departamento, tres pisos más abajo, estaba su marido descansando. Eligieron una hora en la que no había casi nadie en el edificio y hasta el portero aprovecha para descansar también un rato. Subieron los tres, trabaron la puerta y ahí nomás, mientras ella pretendía concentrarse en algún punto lejano de esa visión de la ciudad, los amantes se desnudaron completamente y comenzaron a besarse, a rozarse, y a penetrarse de a poco. Ella apenas se atrevió comenzó a mirarlos, de reojo primero, y después naturalmente ya que para esos momentos era completamente ignorada. Los amantes parecían gozar mucho más que de costumbre, tal vez, pensaba ella, por estar teniendo sexo a pleno sol y como únicos testigos al celeste cielo y a unas pocas plantas (incluida ella, ya que eso parecía que la consideraban) fijas a sus macetas. Aunque cuando todo iba terminando entre la fogosa pareja le pareció ver, en uno de los cambios de posiciones corporales, fugazmente, la mirada de él quedarse un segundo fija en la suya. Pero tal vez le pareció nomás, no estaba segura y por más que buscó a ver si se repetía, eso no ocurrió. Solo cuando los cuerpos brillantes de húmedos, mojados de saliva y sudores sexuales, se incorporaban del improvisado lecho a cielo abierto ella dejó de mirar y aquellos parecieron verla. Pero todo era ya como normal y ninguno le dijo nada. Solo reían y jugaban a arrojarse las ropas que se hallaban desperdigadas por el piso y entre las plantas. A partir de ahí ella podía entrar al dormitorio mientras ellos en las tardes de citas fugaces hacían el amor ardientemente. La veían, sabían que estaba ahí pero su fogosidad no cambiaba. Nunca le decían nada. Una de aquellas tardes ardientes de sexo la jovencita se sentó en un rincón de la cama. Podía oír hasta el mínimo suspiro, las frases entrecortadas casi siempre sensuales que ambos se decían, los quejidos. Hasta los inesperados sonidos que, en algunos de los tantos cambios de posiciones, los sexos al rojo vivo suelen emitir sin el control de sus dueños. Podía ver el efecto de cada beso, de cada caricia en uno y otro. Podía ver la parte de uno entrar y salir en partes de de la otra. Podía ver como se enrojecían las pieles y las partes, y como se unían una y otra vez. Podía apreciar plenamente el aroma dulzón que irradiaban aquellos cuerpos, el perfume que se instalaba en ella y la enloquecía de placer. Hasta pudo rozar cierta vez con la yema de sus inquietos dedos la piel transpirada del hombre de treinta y tantos que pareció no sentirla. Pudo por fin sentir en sus dedos el ardor del cuerpo de un hombre haciendo el amor. Todos sus sentidos estaban satisfechos aunque no se haya animado a tocar con sus labios, con su boca, lo que hubiese querido besar. La siguiente tarde de pasión fue la que trajo más ansiedad y la más esperada por la joven. Fue en la que estuvo más nerviosa. Como si hubiese comprendido que esa tarde era aquella en la que algo cambiaría para siempre. Esa mañana, como siempre lo hacían, planearon con Claudia la escapada. Dijeron a quienes les escuchaban que irían al comprar cosas para la casa y luego al cine. Por la tarde, a la hora de siempre tocaron suavemente la puerta y fueron recibidas por el hombre de treinta y tantos que se hallaba vestido solo con un pantalón de playa. Las esperaba con el café listo, como siempre. Aquel café que solo ella solía beber completo. Y así nomás, como si las cosas fueran de lo más normal, entraron los tres casi juntos al dormitorio. Nadie decía una palabra. La pareja comenzó a besarse, en la boca, en el cuello, en los brazos. La jovencita estaba parada al lado de ellos casi tocándolos con su piel virgen y dorada. Y como si todo fuese parte de lo mismo de siempre, se halló de pronto besando y siendo besada, acariciando y siendo acariciada, desvistiendo y siendo desvestida. Se halló de pronto acostada de espaldas en la cama, enredada en un mar de tibios cuerpos que la movían de un lado a otro. Y tocando con ambas manos el cuerpo del soñado del hombre de treinta y tantos. Y se sentía tocada por él. Sentía su boca curiosa, mojada y hambrienta entre sus senos, en su vientre. Sentía lo que siempre había soñado, su boca y su lengua entre sus piernas. Cuando estaba a su alcance, palpaba esa parte del hombre que ya conocía de vista. Y le parecía mejor aún de lo que había imaginado. Le parecía más grande, formidable. Le parecía hecha a su medida. Y comprobó que sin duda lo era ya que en un momento intuyó a su portador en posición y sintió entrar dócilmente aquello anhelado en su nunca antes domada aridez. Luego fueron una y otra vez, y unas y otras partes, durante un tiempo en que ninguna otra cosa existió. Hasta que se vio a sí misma reuniendo su ropa, vestirse lentamente y caminar hacia el olvidado café que frío esperaba sobre la mesa de la sala.Tal como había supuesto, ya nada fue como antes. Aquella fue la última ocasión en que el poeta le permitió a Claudia apelar a ella como compañía para esconder sus ardientes e ilegales encuentros amorosos.
CITAS
Por supuesto, ella ya no esperaba y el barcito romántico era ahora un bacanal ultramoderno con pocas luces y muchachas sonrientes casi desnudas.
A lo mejor del barcito aquel pasaron a éste porque nadie acudía a las citas. Ahora, señoritas agraciadas y caballeros impuntuales, están ahí.
22/5/09
No soy ordenado
He visto el corazón de Laura,
todo tan perfecto,
y decidido.
Como ella,
hermosa,
y acomodada.
Me llevó, en algún momento,
a vivir allí con ella, Laura,
pero no pude quedarme...
No tengo la suerte de ser hermoso,
ni ordenado.
......
19/5/09
LA VIDA ES UN SUEÑO
Los sueños, a veces, son cosa seria,
como Calderón lo había pensado.
Es que en ellos está nuestro pasado,
los triunfos, la alegría... y la miseria.
El sueño viene siempre acompañado
de cosas que despierto ignoraría,
o de alguna manera ocultaría
aquel que arteramente ha dañado.
Los sueños... puede ser que nos traicionen,
a lo mejor involuntariamente,
o puede que deliberadamente
sean los argumentos que usa la mente
para ceñirnos permanentemente
a lo que nuestras pasiones disponen.
...
17/5/09
MARIO BENEDETTI el POETA uruguayo, a llegado a lo más alto (y ahí se va a quedar para siempre)
con mi peor y mejor historia
conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo."
de: "Canciones del más acá"
Gracias por todo MAESTRO...
MORIR
Al no compartirlos contigo
mis días parecen
grises días de muerte.
Al no despertar a tu lado
es mi amanecer
otro poco de muerte.
Al no sonreír con tu risa
mi risa dibuja
una mueca de muerte.
Al no escuchar que me nombras
en mi oído se repiten
solo sonidos de muerte.
Al no soñar yo tus sueños
lo que sueño se convierte
en pesadillas de muerte.
Es que al no poder verte
el solo hecho de existir
no es vivir... es morir.
. Del libro "Entre Piedras" 2004 Javier Tissera
15/5/09
CHACALES en cien palabras
11/5/09
Cadáver Nuevo
Va mi cadáver viejo, último,
yéndose poco a poco,
desvaneciéndose bajo el sol y las sombras
que se suceden.
De tierra y agua estoy hecho,
y de un poco de aire.
Percibo como se escapa el pequeño espacio
que antes ocupé.
Oigo irse a mi suspiro,
tan viejo de ir y venir por casi nada.
Veo borrarse la que creí mi mejor composición,
y también la que hice por encargo.
Me descubro yéndome a pedazos, con el viento,
sin retorno ya con esta forma.
No soy alguien que estaba hecho solo de aire,
como algunos,
ni únicamente de tierra y piedras, como otros…
o de solo agua, por más de acuario que sea.
Estaba hecho con un poco de todo...
más bien con poco de todo.
Y así se va rehaciendo mi cuerpo nuevo,
con algo, con poco, con casi nada.
Como el de muchos otros por suerte,
de tierra se rehace, de aire, agua,
y muchas palabras amasadas.
¿Para qué más?...
.
7/5/09
Sembrar y cosechar
Hay quienes siembran vientos y cosechan tempestades y quienes esparcen cizaña y cosechan conflictos. Y hay quienes reparten paz y amor solo para conseguir seguidores.
Todo es posible que crezca en la fecundidad generosa de la gente. Y eso es aprovechado por incansables labradores de conciencias colectivas.
Hay quienes fortalecen palabras y recogen buenos relatos... no como estos. Y hay quienes siembran oscuras estafas y recolectan pomposos laureles.
3/5/09
PAJARITOS
Día a día, minuto a minuto
nace un pajarito.
Nace desnudo de colores,
abrazado por el lodo
y olvidado, por casi todos.
Su nido lejano a una jaula de oro
no irradia consuelo
ni sabe del calor de un nido de amor.
A los primeros vuelos
de sus alas breves sin piedad lo lanzan.
Pero no le enseñan a volar.
Ignoran el canto del niño pajarito,
mudándolo a llanto,
llanto jamás escuchado.
Engrisan su plumaje,
cortan sus árboles,
para que sólo vivan con una limosna de alpiste.
Y así lo empujan a volar por la vida:
en volteretas, sin rumbo y sin sentido,
presa fácil en la comodidad del olvido.
A esos niños a los que nadie ve, salvo cuando no les queda otra que salir a robar.
2/5/09
CANCIÓN II
están todos jodidos...
Están jodidos los trabajadores amor,
y están jodidos los vagos también.
Están jodidos los puritanos amor,
y están jodidos los pecadores también.
Están todos jodidos, están todos así.
Pero yo no estoy jodido amor,
yo no estoy jodido no no...
Está jodido el colectivismo amor,
y está jodido el capitalismo también.
Está jodido el cristianismo amor,
y está jodido el ateísmo también.
Está jodida la burguesía amor,
y lo está bastante el proletariado también.
Está jodida la policía amor,
y está jodido el ladroncito también.
Están todos jodidos, están todos jodidos, sí sí...
pero yo... yo solo soy un escritor...
por eso no estoy jodido amor,
yo no estoy jodido no no no...
...................si alguién le pone música "vamo y vamo" como dicen por acá...
BUEN MES DE MAYO PARA TODOS
30/4/09
LA VIDA DE JUAN
El nacimiento de Juancito se produce donde se producen la mayoría de los nacimientos: en un hospital público. En este caso, el hospital público que sirve de herramienta para traer al mundo al niño pertenece a un país gris y aplastado del llamado tercer mundo. (Así son, también, la mayoría de los países de este único mundo).
Allí recibe la primera bocanada de un aire ardiente y poco aséptico, el mismo al que están condenados los que como él, pertenecen a la parte más baja de nuestra sociedad mundial.
El niño es bañado con agua fría, secado y envuelto con unos trapos ásperos para después de unas pocas horas ser mandado a su casa con madre y todo. -A dejar el lugar a otro-. Como uno más de la tira, en esta máquina de la vida.
En su casa descansa en una destartalada cuna atada con alambres. Cuna que soportó ya a sus seis hermanos. Cuna que vio tiempos mejores cuando su barniz era brillante y pertenecía a una caritativa y brillante familia.
Juan vive en el Barrio Negro. Su primera visión del mundo son los yuyales y las montañas de basura que rodean su calle.
Juan niño, para aprender a caminar, se calza un par de zapatillas que supieron de otros pies y luego, ya crecido, correrá detrás de una pelota plástica, de esas que suelen regalar las iglesias para Navidad.
Las pocas veces que el niño Juan come dignamente es porque acierta en ir a mendigar donde tiran comida, (casonas con rejas, parque y pileta).
Juan de quince años no elige trabajar de peón. A la escuela fue solo por un par de años y apenas aprendió a escribir su nombre. -Es difícil llegar al doctorado cuando preocupa ganarse el pan-.
Juan se casa, tiene un par de hijos y lo que gana trabajando de peón apenas le alcanza para darles de comer. Las opciones son pocas y sale a robar. – Mientras en las casonas con rejas, parques y piletas se discute sobre si conviene invertir en la bolsa de valores o en la compra de bienes raíces, en la villa de Juan ni se discute sobre matar y morir para comer-.
El viejo Juan acaba de salir de la cárcel, ya no tiene veinte años, ni mujer, ni hijos. Tiene cincuenta años y parece de cien. Nadie lo quiere en este mundo. El no sabe lo que es querer, aprendió durante su podrida y corta vida que nada que quisiese lo dejarían obtener. Aprendió en su podrida y breve vida que pocos, muy pocos. de los que son como él, (la mayoría), ven el horizonte detrás de la basura, o ven el camino más allá del barro.
Para el viejo Juan la vida no fue toda horizontes, toda caminos. Para millones de Juancitos la vida no es más que el barro de sus calles.
26/4/09
LAYIL
Ella estaba allí, con todo lo que caracteriza a una mujer de semejante nombre. Ese todo no lo voy a enumerar porque estos breves espacios no lo permiten. Solo voy a decir al respecto lo mismo que alguna vez le dije a ella.
Le dije:
-“En la mitología hebrea tu nombre equivale a “Noche” y con él personificas a un espíritu nocturno. Puedes ser, unas veces, un ángel que dispone la descendencia de los hombres; y otras un demonio que asalta a los solitarios. En la imaginación popular asumes la forma de una bella mujer, de largo y negro cabello suelto”-
Admitió ella que tanto el ángel como el demonio la identificaban plenamente, y admito yo que la imaginación popular no pudo estar más acertada.
Layil y yo estuvimos allí, solitarios y marginados, con nuestras tramas tan contrarias y parecidas, tan distintos y tan iguales, rodeados por el mundo y separados por él. Solo yo por un lado, y sola ella por el otro. Mirándonos de reojo, a veces sonriéndonos, odiándonos por momentos. Hasta que ocurrió lo que ocurrió; destrabamos nuestros respectivos embrollos sentimentales-románticos, recibimos nuestros títulos de tontos, nos abrazamos, nos deseamos suerte y nos dijimos adiós.