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Recuerdo con mucha ternura
el sonido de tu risa de niña escondida
cuando te hablaba con voz de dibujito animado,
o de porteño cachafaz.
Sonrío para mis adentros cuando me acuerdo
de tu divertida torpeza de mujer apurada,
de mujer ocupada en sus trabajos,
de mujer enamorada.
Aún veo siempre dentro mío tus ojos brillantes
de vida nueva
de esperanza
Sé de tus alegrías,
de tus dolores,
de tu soledad.
Sé que estás rodeada de amores
de mar
de dulzura...
Sé que estas tan bien como podés estarlo
...
Todo es por algo, decías.
Que así sea.
...