Cosa rara esto de la propiedad privada no?
Bien se sabe que es ley mundial que cada uno de nosotros puede hacer lo que quiera con lo que lleva nuestra firma estampada, con lo que de una u otra forma nos supimos conseguir... Y está bien, de cierto modo, que así sea. Podemos hacer lo que queramos con nuestro auto, con el tv veinte pulgadas y con el perro que nos costó cien pesos... podemos prenderle fuego al carro ese cuando a la mañana no arranca, pegarle un sillazo a la tele cuando nos cansa tinelli o patear con furia al perro cuando le ladra a la morocha de la otra cuadra. Podemos porque son nuestras cosas y no hay nada que nadie pueda hacer para impedírnoslo.
Lo mismo pasa cuando, ya sea por cualidades propias, agudeza de ingenio o herencias varias, se nos da por acumular cosas aunque sea con poco sentido común. No podremos usar en varias vidas los millones de pesos que podemos amontonar, ni vivir en más que una o dos casas de las cincuenta que podemos llegar a tener en varias ciudades... pero así es siempre con lo de la acumulación de "nuestras” propiedades. E insisto con esto: hasta capaz que esté bien que así sea…
Salvo cuando llega el abuso, y nos creemos que hasta las personas nos pertenecen.
Eso es el súmmum de esa idiotez de la “propiedad privada”
Hay quienes creen que sus hijos son “sus” hijos y los golpean, abandonan, maleducan y violan como si fueran “su propiedad privada” y creen que por eso pueden hacer con ellos lo mismo que con su trapo para el piso.
Hay quienes hacen lo mismo con los ancianos, con los enfermos, con los incapacitados… abandonándolos como cuando dejan en el galpón del fondo una heladera vieja que ya no enfría…..y ya no les sirve.
Propiedad Privada… algunos van más lejos y aseguran que también sus esposas y/o parejas lo son.
Ese rótulo de: “Mi mujer” es un estigma hasta peligroso, y a algunos les hace creer que pueden hacerle lo que quieran a una mujer solo porque aceptó ser “De” uno.
Tal vez llegó el tiempo de reeducar al hombre en ese sentido de “propiedad privada”.
Solo teniendo bien claro que las épocas de vejaciones, sometimientos, aberraciones y torturas matrimoniales y "extra-matrimoniales" dejaron paso, hace rato ya, a nuevos tiempos de libertad, digo, solo teniendo esto en claro dejaremos de presenciar maltratos. abusos y asesinatos como los que por éstos tiempos se vieron en ésta y en otras diversas ciudades.
Bien se sabe que es ley mundial que cada uno de nosotros puede hacer lo que quiera con lo que lleva nuestra firma estampada, con lo que de una u otra forma nos supimos conseguir... Y está bien, de cierto modo, que así sea. Podemos hacer lo que queramos con nuestro auto, con el tv veinte pulgadas y con el perro que nos costó cien pesos... podemos prenderle fuego al carro ese cuando a la mañana no arranca, pegarle un sillazo a la tele cuando nos cansa tinelli o patear con furia al perro cuando le ladra a la morocha de la otra cuadra. Podemos porque son nuestras cosas y no hay nada que nadie pueda hacer para impedírnoslo.
Lo mismo pasa cuando, ya sea por cualidades propias, agudeza de ingenio o herencias varias, se nos da por acumular cosas aunque sea con poco sentido común. No podremos usar en varias vidas los millones de pesos que podemos amontonar, ni vivir en más que una o dos casas de las cincuenta que podemos llegar a tener en varias ciudades... pero así es siempre con lo de la acumulación de "nuestras” propiedades. E insisto con esto: hasta capaz que esté bien que así sea…
Salvo cuando llega el abuso, y nos creemos que hasta las personas nos pertenecen.
Eso es el súmmum de esa idiotez de la “propiedad privada”
Hay quienes creen que sus hijos son “sus” hijos y los golpean, abandonan, maleducan y violan como si fueran “su propiedad privada” y creen que por eso pueden hacer con ellos lo mismo que con su trapo para el piso.
Hay quienes hacen lo mismo con los ancianos, con los enfermos, con los incapacitados… abandonándolos como cuando dejan en el galpón del fondo una heladera vieja que ya no enfría…..y ya no les sirve.
Propiedad Privada… algunos van más lejos y aseguran que también sus esposas y/o parejas lo son.
Ese rótulo de: “Mi mujer” es un estigma hasta peligroso, y a algunos les hace creer que pueden hacerle lo que quieran a una mujer solo porque aceptó ser “De” uno.
Tal vez llegó el tiempo de reeducar al hombre en ese sentido de “propiedad privada”.
Solo teniendo bien claro que las épocas de vejaciones, sometimientos, aberraciones y torturas matrimoniales y "extra-matrimoniales" dejaron paso, hace rato ya, a nuevos tiempos de libertad, digo, solo teniendo esto en claro dejaremos de presenciar maltratos. abusos y asesinatos como los que por éstos tiempos se vieron en ésta y en otras diversas ciudades.