-¿Te acordás amor, el escándalo que provocamos por el beso que nos dimos aquella tarde? Estábamos sentados frente al Molino Boero, en pleno bulevar Los Milagros.
-¡¡ Qué vergüenza !!, ¡¡ Qué barbaridad !!, ¡¡ Váyanse a otro lugar !!-. ¡¡ Ésta juventud está perdida !!. –Dijeron, (gritaron) las señoronas de largos vestidos y peinados altos, (algunos señorones gritaron lo mismo). Nos fuimos riendo por lo bajo. ¿ Te acordás ? casi llaman a la policía.
Seguimos caminando abrazados.
-¡¡ Qué vergüenza !!, ¡¡ Qué barbaridad !!, ¡¡ Váyanse a otro lugar !!-. ¡¡ Ésta juventud está perdida !!. –Dijeron, (gritaron) las señoronas de largos vestidos y peinados altos, (algunos señorones gritaron lo mismo). Nos fuimos riendo por lo bajo. ¿ Te acordás ? casi llaman a la policía.
Seguimos caminando abrazados.
Ya oscurecía cuando desviamos por la galería de La Tienda. Desviamos por dos razones, la primera fue porque buscábamos que el camino sea más largo, era temprano aún, la segunda porque en la galería había una calesita que a esa hora no funcionaba. Allí continuamos el beso suspendido. Las señoronas pocas veces llegaban a esa altura del pasaje. Las señoronas nunca habían sido besadas frente al Molino Boero ni en el pasaje del carrusel.
Cuando retornamos al bulevar, por el hoy Pasaje Cornaglia, corté unas pequeñas flores para ti, eran amarillas y rojas como las que estaban estampadas en tu vestido.
Hacíamos tiempo hasta que comiencen las películas en el cine Mayo... Íbamos lentamente caminando hacia aquel lugar donde por algunas horas, en la oscuridad cómplice, nos regalaríamos besos y caricias sin sufrir de nadie la censura. El mismo maravilloso lugar en donde, casi seguro, hasta las señoronas dieron, alguna vez, vía libre a sus besos más sostenidos, a sus caricias más atrevidas.
...
-Sí querido, me acuerdo, lo que no recuerdo es a ningún actor y tampoco actriz que actuaran en las películas de aquellas épocas, (tampoco las películas), recuerdo más tu perfume y el brillo de tus ojos, el mismo que tienes ahora que recuerdas. Pero... casi todo está perdido, al menos para nosotros. Vivimos eso hace más de treinta años. Solo nos quedan los recuerdos, además, hoy cualquier pareja se besa frente al viejo Molino Negro sin que lo amonesten y aunque alarguemos el camino, sobre el bulevar Los Milagros... ya no queda ningún cine.
Cuando retornamos al bulevar, por el hoy Pasaje Cornaglia, corté unas pequeñas flores para ti, eran amarillas y rojas como las que estaban estampadas en tu vestido.
Hacíamos tiempo hasta que comiencen las películas en el cine Mayo... Íbamos lentamente caminando hacia aquel lugar donde por algunas horas, en la oscuridad cómplice, nos regalaríamos besos y caricias sin sufrir de nadie la censura. El mismo maravilloso lugar en donde, casi seguro, hasta las señoronas dieron, alguna vez, vía libre a sus besos más sostenidos, a sus caricias más atrevidas.
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-Sí querido, me acuerdo, lo que no recuerdo es a ningún actor y tampoco actriz que actuaran en las películas de aquellas épocas, (tampoco las películas), recuerdo más tu perfume y el brillo de tus ojos, el mismo que tienes ahora que recuerdas. Pero... casi todo está perdido, al menos para nosotros. Vivimos eso hace más de treinta años. Solo nos quedan los recuerdos, además, hoy cualquier pareja se besa frente al viejo Molino Negro sin que lo amonesten y aunque alarguemos el camino, sobre el bulevar Los Milagros... ya no queda ningún cine.
8 comentarios:
que bonito relato, y como cambian los tiempos eh? antes darse un beso era mal visto ahora hasta follan en cualquier lado jajaja un besiko
Hermoooosooo!!!
quizá no haya cines y quizá todos se besen donde sea... pero recuerdos como los suyos pocos los tendrán.... son un tesoro.. un motor que les ha hecho largo el camino de vida... largo ..largo para que lo disfruten mas y mas
La verdad que muy bonito el relato!!! Me gustó mucho...La vida sigue y el tiempo no se detiene... Abrazos cálidos!!!
Llegaste de lleno a mi corazón... una vez mas y como siempre.
Me encanta lo que escribes.
Besos y hasta pronto.
Suspiro.
Bello texto, Javier...
También yo recuerdo.
besos
Ya ves tú, cada uno se monta su película del color que le apetece.
Está realista, vigente y genial el relato.
HOla! muchas gracias por pasar pero me ha faltado un comentario sobre que te ha parecido el blog! espero una nueva visita vale? un beso!
Que lindos que son los besos censurados... o los escondidos... tienen otro gustito (el de lo prohibido o de la rebeldía)...
Roxanne
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