Amo los caminos que conducen de ti a ti misma,
... como el que va de tu boca a tus hombros.
Amo el camino que recorre la aventura
entre tus hombros y tus pies.
Amo el camino del anverso,
que sigue las líneas del sol,
con escarpas, remanso, y posada.
Los ecos cruzados... la agitación,
las cadenas desatadas y los riesgos ignorados.
Amo recorrer ese camino a la hora de la siesta,
sin que lo pensemos mucho... intensamente.
Amo detenerme en tu oscuro y tibio remanso
... y beber de tu miel.
Tu camino del reverso amo,
el que ofrece llanuras y sombras.
Con escarpas también... y remanso.
Con un atajo casi escondido...
Amo tomar ese atajo, y no apurarme.
Amo detenerme en tus posadas,
y estar allí, sin detenerme, y morirme allí.
Amo los caminos que van
desde tu boca a tus hombros,
los que me llevan a esos otros caminos tuyos...
Los que recorren tu cuerpo...
desde tus hombros... a tus pies.
7 comentarios:
precioso como lo has expresado.
besitos y amor
je
Tu amor se siente en cada palabra.
Que afortunada la que te inspira o quien sabe inspiro tanto arte para describir un hecho que a veces pasa desapercibido por ser cotidiano.
Precioso!!!!
Besos desde mi alma.
Jaaaaaaaaaaaaaaavi!!!!
Amo detenerme en tus posadas,
y estar allí, sin detenerme, y morirme allí....
Bravo!!!!!
(Morí)
Besos!
Brillante...muy bueno...Siempre escribes tan lindo.
Sí, me gustó mucho..
beso,
el mejor de los caminos..."de tu boca a tus hombros"... si o si por el cuello! pero que bello te ha salidooo weyyy!! me encanto!
gracias una vez mas por deleitarnos!!!
hasta que punto se pueden echar de menos esos caminos???
y como es posible que se queden en nuestras mentes cual mapa del tesoro perdido.....
me encanta pasear por tu blog!! te aseguro que no dejare de hacerlo!
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