6/8/09

Paraíso

Un buen día el hombre se dio cuenta que el paraíso prometido estaba a sus pies. Fue el día que vio como crecían las semillas que había escondido bajo tierra. El trigo, el maíz y la papa brotaban así de fácil y le proporcionaban comida a su familia y a su tribu. En esa bienaventuranza pudo domesticar animales y usar los árboles para construir casas. En ese paraíso pudo criar a sus hijos. Y fue feliz.

La vida del hombre en aquel edén se prolongó durante milenios.

Eso fue mientras Dios estuvo a cargo del mundo... ahora todo está privatizado.

1 comentario:

mas de mi que de... lirio dijo...

Una descripcion unica de una verdad tajante.
Eres genial!
mas besos