El crimen no paga, se dice por ahí para desalentar a quienes quieren tomar como una salida laboral eso de andar, revólver en mano, asaltando ancianas, quiosqueros y cajeros de banco. Y tienen razón quienes dicen eso, casi siempre el pago por andar en ese sinuoso camino es acabar preso o muerto, y eso, es poca paga.
A mí me suelen decir o aconsejar algo parecido al escueto refrán, cuando refieren a mi afán de escribir simplezas, y publicarlas en este intento de “periódico”. Que nadie va a pagar dos mangos, me dicen, por estar leyendo retazos de ensayos y versos escritos hace como mil años, críticas a los “dioses” de turno y crónicas chafarosas sobre cualquier cosa. Que solo paga, repiten convencidos, publicar avisos con el precio de los zapallitos, noticias sobre el modo en que el asesino descuartizó a la niña o la propaganda oficial. Escribir no paga, insisten, salvo que se escriba notas o novelitas sobre autoayuda, horóscopos chinos o guiones televisivos donde se burlen de la gente. Y me lo repiten tanto que cuando Ana, el Tito o el Mario me pagan los tres o cuatro pesos de este pasquín, me dan ganas de devolvérselos.
De todas formas me parece demasiado cruel el hecho de que salir a robar y escribir paguen más o menos lo mismo, no hay comparación, ya que calzar un “fierro” y salir a “apretar” gente no lo hace cualquiera... escribir, cualquiera que anda por ahí... sí lo hace.
3 comentarios:
Serás el mismo Javier Tissera de quien me encontré en un libro en la biblio de Providencia, "Entre piedras" se llama. Lo donaste tú mismo?. En la sección de posesía lo hojié y no pude hacer menos que llevármelo unos días conmigo.
SI... hace ya varios años lo dejé... me alegra que haya llegado a alguien...
Y si no paga, qué? Por qué tiene que pagar? Tenemos ese complejo judeocristiano de que todo lo que hacemos tiene que estar sustentado en la retribución.
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