Borges afirma en la página 132 de su Libro de la Literatura Fantástica que Aristóteles logró formar animales del aire. Sin querer continuar esta hipótesis para no desdorar posibles tratados posteriores de estos dos autores, puedo probar que existen hoy en el mundo animales hechos de aire. Aseguro sí que estos y aquellos son de una misma especie, los creados por el filósofo son indudablemente repulsivos, y estos, si bien disimulan bastante, también lo son…
Alguna vez escuché de un narrador de la calle el relato de su encuentro con uno de estos seres, decía que uno de ellos había devorado su casa. Luego supe que el sentido literal de ese hecho era otro.
Estos animales son de forma, tal cual un ser humano es. Y se multiplican por repetición. El Qmat Maq nace copiándose de otros. Parece ser que mientras más poderoso se torna uno de ellos, más copias genera.
Se sabe que estos seres, a pesar de su forma humana, sólo se alimentan de papel, y ocasionalmente de algún metal. Llegaron a decir algunas personas que comen carne humana, pero no se pudo probar. El papel con que se hacen los billetes es su plato favorito.
Los Qmat Maq no tienen alma, por eso suele hallárselos en iglesias y templos buscando que el creador los reciba como sus hijos.
En líneas generales son de mala entraña, pero a ellos se debe, en gran parte, el “progreso” de la humanidad. Nadie va a negar que cada uno generalmente supera al ser en que se vio reflejado.
Estos entes, tan poco fantásticos, hechos de aire y con características de hombres de hoy, nos arrastran en su vertiginosa maraña uniforme.
Tal vez usted no los pueda identificar. Tal vez usted es uno de ellos.
Alguna vez escuché de un narrador de la calle el relato de su encuentro con uno de estos seres, decía que uno de ellos había devorado su casa. Luego supe que el sentido literal de ese hecho era otro.
Estos animales son de forma, tal cual un ser humano es. Y se multiplican por repetición. El Qmat Maq nace copiándose de otros. Parece ser que mientras más poderoso se torna uno de ellos, más copias genera.
Se sabe que estos seres, a pesar de su forma humana, sólo se alimentan de papel, y ocasionalmente de algún metal. Llegaron a decir algunas personas que comen carne humana, pero no se pudo probar. El papel con que se hacen los billetes es su plato favorito.
Los Qmat Maq no tienen alma, por eso suele hallárselos en iglesias y templos buscando que el creador los reciba como sus hijos.
En líneas generales son de mala entraña, pero a ellos se debe, en gran parte, el “progreso” de la humanidad. Nadie va a negar que cada uno generalmente supera al ser en que se vio reflejado.
Estos entes, tan poco fantásticos, hechos de aire y con características de hombres de hoy, nos arrastran en su vertiginosa maraña uniforme.
Tal vez usted no los pueda identificar. Tal vez usted es uno de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario