Estoy castigado
y no puedo hacer
más de lo que hago.
Vivo mal por eso.
Es que si hago poco,
la paga es poca,
como debe ser.
Lo peor es que no sé porqué
estoy castigado,
por trotskista será,
o por pobre...
("pobre" dije, no "triste y pobre", ¿eh?)
Tal vez esté sancionado
por no haber estudiado álgebra,
ni a Harrison,
o por no haber leído
a Kafka,
ni a Juan Agulla,
Mac Dermontt
o a Isidoro Ruiz.
El castigo incluye arrastrar cadenas
y vivir poco menos que recluido.
Encierra trabajar por dos pesos,
soportar a mediocres
que te ordenan cosas.
...Ciñe a escribir una mala literatura
y a publicar... esta pobre poética.
3 comentarios:
A mí no me parece pobre.
Lo de trosky...bueno...jajaja...tal vez justifica no sé si un castigo, pero sí un regaño...jajaja
Es broma.
No estés triste.
Te dejo besos.
Aún estas triste?Que la vida son dos días...un saludín!
Gracias por tu visita, Javier.
Y sí, pobre pero NUNCA triste.
Un beso.
Soledad.
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