Mucho ruido.
Los fuegos artificiales retumban en los espacios
vacíos de historias y neuronas.
Y las indecisiones a la orden del día,
en mi vida y en algunas otras.
No hay aromas ni otras exhalaciones.
Solo unas cuantas gotas de sudor
de vez en cuando.
Y sigue habiendo mucho ruido,
demasiado.
Es que los engranes de la vida
van chirriando
entre aceros y mordidas.
Como para irse desahogando
Por tantas mezquindades.
Ya no hay llanto
que no haya sido indebidamente
cobrado,
y con creces
No enorgullece
pero permite morir a la par
del pobre alto ego.
Permite sonreír
de medio lado.
Nos deja desahogarnos,
ya lo dije...
4 comentarios:
Lo peor es el ruido.
¿Cómo salir de él?
Beso, Javi querido....
yo a diario escucho el silencio...
cambiemos nosotros nuestras mentes y así podra cambiar el mundo.
besitos y mucho amor
je
Me gustó mucho tu poema, sí.
El desahogo siempre está recomenzando, no?
beso,
Me gustó el poema. felicidades por su blog. Saludos
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